En esta ocasión tratamos uno de los aspectos más importantes a tener en cuenta en cirugía menor: cómo afrontamos. nosotros mismos la cirugía a nivel físico y mental o, dicho de otra forma, cómo influye nuestra actitud personal ante la cirugía. Es muy importante mantenernos en condiciones adecuadas a nivel físico y mental si queremos alcanzar el éxito en nuestra tarea, ya sea a la hora de hacer la cirugía, el cierre de incisiones, el abordaje de la herida o la técnica de sutura. Por eso en esta primera entrada aún no abordaremos aspectos de tipo técnico, sino que nos centraremos en nuestra actitud mental, nuestra actitud física y en nuestras manos, resaltando la importancia de la estabilidad de las mismas. El uso de los diferentes instrumentales de un kit de cirugía menor lo dejaremos para otra ocasión.
Nuestra actitud mental:
Por supuesto que para lograr el éxito en la cirugía debemos realizar una técnica precisa con un adecuado kit de sutura, pero necesariamente esta técnica debe ir acompañada de una correcta toma de decisiones. Se debe tener en todo momento el control de la situación. Antes de avanzar al paso siguiente debemos hacer un “cheklist” mental para asegurarnos de que todo va bien y que podemos continuar. Para esto es muy útil los cursos online de cirugía menor y suturas, que de una manera sencilla y cómoda nos permiten formarnos en cirugía menor.
Incluso debemos tener previsto que pueden surgir complicaciones y aspectos inesperados que nos pueden obligar adaptar nuestro trabajo y a hacer pequeñas variaciones respecto a lo que teníamos previsto. Esto también debe estar en nuestra cabeza…siempre, en todo momento, hay que mantener la calma ante estas situaciones.
No olvidemos tampoco que esto es una tarea en equipo, y que contamos con un grupo de profesionales a nuestro alrededor con el que podemos y debemos hablar sobre estas situaciones inesperadas, esto nos ayudará seguro a tomar la siguiente decisión y a poder explicarla en caso necesario.
Esta adaptación a las nuevas situaciones que puedan surgir no significa para nada que se deban olvidar los objetivos de nuestra intervención, la meta que debemos conseguir. Es igual que cuando pretendemos hacer un viaje hasta un determinado lugar, no importa si por el camino encontramos una carretera cortada y debemos tomar un desvío, lo importante es llegar a nuestro destino.
Nuestra actitud física
Cuando hablamos de actitud física no nos referimos sólo a estar “en forma” (que también es importante) sino a cómo afrontamos física y espacialmente la cirugía que estamos realizando. La organización del campo físico es fundamental, en este sentido podemos, si es necesario, cambiar nuestra postura y la del paciente buscando una mayor comodidad. Esto repercutirá en el éxito de la intervención.
En este sentido nos referimos también a algunos procedimientos y técnicas que requieren una actitud física o una forma de realización concreta. Es el caso por ejemplo de los procedimientos de corte con el bisturí o con tijeras, o algunos procedimientos que se deben realizar en posiciones especialmente complicadas. A esto nos referimos cuando hablamos de actitud física, al hecho de tener que estar especialmente atentos y no dar por hecho que todo va a ser un procedimiento fácil.
Nuestras manos y su estabilidad.
Cualquier mano es apta para realizar un procedimiento de cirugía menor, todas tienen la capacidad manipulativa que se requiere para ello. No obstante, cada mano tiene sus particularidades, ya sea por ejemplo por la longitud de los dedos o la forma de la falange o de la uña. También influirá las dimensiones de los instrumentos del kit de sutura, pudiendo estos variar en tamaño de forma importante.
Tan importante es el conocimiento de nuestras manos como el uso adecuado de los guantes. Sería un error por ejemplo utilizar un guante de tamaño incorrecto (grande o pequeño), que no nos permitan mover los dedos de forma adecuada.
Cuando hablamos de las manos, es imprescindible hacer mención al concepto de estabilidad. Cuando el brazo y los dedos están extendidos, todas las personas presentamos algún grado de temblor, más aún si sujetamos un instrumento.
Es necesario conocer esta inestabilidad y aprender a controlarla, usando algunos pequeños consejos que os comentamos a continuación:
- Usaremos una base firme lo más próxima al punto donde debemos realizar nuestra acción.
- Podemos apoyar los codos a cada lado del cuerpo o en una mesa, o procurar estar sentado o apoyado para aumentar nuestra estabilidad.
- También podemos apoyar los codos, el talón de la mano o el meñique sobre una mesa.
- Incluso puede utilizar la otra mano para ayudar a tener mayor estabilidad en la mano que ejerce la acción de la cirugía, (por ejemplo puede apoyar instrumental sobre los dedos de la otra mano, cogerse una mano con la otra a nivel de la muñeca, o enfrentar las dos manos por el dedo pulgar de forma paralela, por ejemplo en el caso de tener que enhebrar una aguja).
Una vez que hemos planteado esta visión general sobre nuestra actitud personal a la hora de abordar la cirugía menor, continuaremos en las próximas entradas con detalles técnicos y el manejo del instrumental de cualquier kit de cirugía menor.